Reflexionar un poco, juro que muy poco, desnudará ante usted y la gente en general, las tremendas debilidades de una derecha cada vez más cruel, mentirosa y golpista.
Por un lado, hablan, dicen de sus desacuerdos con las políticas implementadas desde el gobierno –cosa que sería normal en una oposición seria- y que, sin ningún tipo de piedad por el ciudadano que pretenden defender, propugnan una acción descoordinada y suicida para un país en vía de desarrollar su potencial.
Volver a las gestiones de créditos internacionales, sin haber puesto de manifiesto la intención de pagar la deuda y sostener la calidad del poder adquisitivo del sueldo aún magro de los trabajadores, sería un suicidio político y económico, tal está pasando en España, Grecia y Francia.
Pero sin embargo, sin dubitar, ni preocuparse por el ciudadano que dicen proteger de las garras del gobierno, han pergeñado una estrategia de feroz corral de poder político, peligroso para el estado, pero también para la continuidad democrática.
Es éste punto el que me lleva a dejar el análisis del párrafo anterior, sobre las dimensiones de la catástrofe que pudiese devenir de triunfar o imponerse la idea de cogobernar, categoría que pudieran llegar a conseguir, si las estrategias de los oficialistas equivocaran el rumbo.
Pero, siempre hay un pero, las situaciones políticas del amontonamiento más grosero que se recuerde en la historia política del país, es liderado por verdaderos ignominiosos, desgarbados ideológicos y cuenteros, que les está resultando muy fácil a la gente identificar o intuir, hacia qué lugar quieren inclinar la situación.
Y aunque creo más en la intuición de las masas, que en los factibles análisis de la misma, sospecho que ya todo vuelve a su rumbo normal.
No por la muñeca política de los senadores y diputados, que en casos la hay, si no, porque la gente está sospechando algo raro en todo esto, que a veces resulta difícil de entender; y ha quitado todo apoyo, incluso, algunos comiéndose algún sapo con respecto a la presidenta.
De las cacerolas de Barrio Norte, solo quedan los organizadores. Los trabajadores llevados de la nariz por la tele, los diarios y las radios, ya comenzaron a sospechar al ver semejante interés en quitar poder al gobierno, sin dejar entrever –aunque más no sea- una idea clara.
De golpe todo es ruin y malo?
Como todo derechista, han retomado la grosera costumbre de pensar por la gente, sin consultar a la gente. Y eso, no gusta.
Entonces las radios, los diarios y los pocos lugares factibles de poder mostrar el descontento con la vulgaridad de la “oposición”, han comenzado a cubrirse de mensajes, comentarios y editoriales, que no solo denostan al grupejo Menemista-Carriorista, si no, que les está avisando que Juez se vaya a un programa cómico, que Morales haga de cadete de Clarín y TN, mientras que los demás, vuelvan a sus provincias, ya no a poner en juego su calidad de junta votos, si no, a jubilarse.
Yo no hay liderazgos visibles y concretos en la oposición, sí, en el gobierno.
Por cuanto, no creo ya en el peligro de la cogobernabilidad. Si tengo mucho miedo a las represalias contra el gobierno por ganar una apuesta, que de entrada todos dudaban que pudiera manejarla y salir airoso.
Eso nos demuestra una vez más, que existe un liderazgo político indiscutible, una presidente sólida y un cuadro político que nos permite adivinar que el 2011:
SERÁ JUSTICIALISTA.
Les guste o no, al amontonamiento.
Y en una de esas…
La Rural tendrá que devolver el predio que semi robó con Menem.
Sería Justicia.
Juan Carlos Guttlein
muy bueno, reconforta leer esto, para reenviar a los amigos, a ver si despiertan.
ResponderEliminarMuchas gracias