Me lo perdí. Porque tenía más presente el 26 de Julio, que el 17 de Octubre. Porque peronismo era sinónimo de nacional y popular y yo, que era hijo de un par de obreros con veleidades clasemedieras, era internacionalista. Ser socialista en un hogar peronista era como un acto de rebeldía. Y yo era rebelde.
Mi abuela me decía contrera y que yo no podía no ser peronista, que todo lo que teníamos se lo debíamos a él.
Entonces, me lo perdí.Empecé a leerlo muchos años después. Empecé a enterarme, a emocionarme, a descubrir miscontrdiciones. LLegué a saber casi de memoria los discursos emblemáticos, las frases célebres y las que el imaginario popular le atribuía.
Perdí la cuenta de las veces que vi "La Revolución Justicialista" de Cine de Liberación.
Pero en su momento, me lo perdí.
Por eso, hoy les repito a mis hijos una frase que retumba en mis oídos y les tiro como premonitoria,"en realidad, somos todos peronistas, solo que algunos todavía no se dieron cuenta".
Un fuerte abrazo peronista.
Hasta la victoria siempre.
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