Tómese muerte, además de su significado denotativo, como metáfora de silencio, de discriminación.
Carlos Franzini, obispo de Rafaela, afirmó en su homilía por el Día de la Independencia, ante el gobernador de la Provincia de Santa Fe Hermes Binner y el Intendente Municipal de Rafaela CPN Omar Perotti, que si se aprueba el proyecto de matrimonio igualitario, “se pone en riesgo a la patria”.
¿Puede el amor entre dos seres del mismo sexo ser más peligroso para la patria que una institución...
+ Que propició y ejecutó crímenes de lesa humanidad, de torturas sin fin, asesinatos y como no, de “hacer la vista gorda”. Que fue, casi podría decirse, la inventora de la tortura, a partir de la Inquisición que nos lo grita en la cara. (Ver historia de Pío XII, Inocencio III, Orden Dominica, Tribunal del Santo Oficio).
+ Que históricamente ha justificado la esclavitud a nivel internacional y nacional. ¿Es mentira que hubo eclesiásticos que poseían y eran propietarios de esclavos y traídos de África y comerciaban con ellos? Es más, ideológicamente el Padre de la Iglesia San Agustín justifica en sus escritos la esclavitud. Revisar para su texto “De Civitate Dei” (Capítulos 14 a 17)
+ Que ha violado los derechos de la mujer. (Hipatia de Alejandría fue asesinada por las huestes de “San” Cirilo, de forma cruel y despiadada porque sus conocimientos y su sola existencia era una afrenta a las “enseñanzas aristotélicas” que defendía la Iglesia, tales como que “la mujer es un ser incompleto e inferior al hombre y debe estar sometido a su obediencia”). El monje Benedictino, poeta francés del medioevo, Bernardo de Cluny, en su “De contemptu mundi” declara a las mujeres “malas esencialmente, por ser motivo de pecado”. Entre sus poemas aparecen expresiones como. De tribus virtiis: muliebri amore, avaritia, ambitione. De muliere mala. Además, el matrimonio heterosexual, respalda esta tesis de la subordinación de la mujer: “El esposo es la cabeza”, “La mujer le debe obediencia”. Una auténtica promoción de la desigualdad entre hombre y mujer.
+ Que ha vituperado y aplastado cruelmente a los pueblos originarios. Una actitud siniestra que tuvo como objetivo deshacer, desarticular, invisibilizar toda la cultura amerindia porque la consideraba “hereje”. La historia indígena fue quemada y destruida, desaparecida por los dominicos, franciscanos, agustinos, mercedarios y algunos jesuitas.
+ Que ha sido en más de siete ocasiones cómplice de genocidas: en los pueblos de oriente lanzaron las sangrientas “Cruzadas” enviando ejércitos y cuyo último fin fue llenarse con sus riquezas. Además se ha aliado con los Estados antiguos y modernos en carnicerías invasoras de un reinado o país a otro, ha tenido pontífices que han sido “amigos o aliados” de famosos genocidas tales como Hitler, Pinochet y Bush, Videla…
+ Que ha legitimado la dictadura argentina, (aunque si bien aparecían algunos documentos críticos, rápidamente quedaban diluidos por otros mucho más ambiguos e inclusive por cantidad de actos, fotos, misas, ceremonias de todo tipo donde el Episcopado aparecía mano a mano con Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Orlando Agosti. Y eso no sólo sucedió en los 70 sino también en los 80, donde ya se sabía muy bien lo que estaba pasando". Al respecto señaló Lanusse a Clarín el 10/01/2009: "Visto desde hoy, su actitud deja muchísimo que desear. De parte de la Iglesia institucional no hubo una reacción contra, por ejemplo, la desaparición de las monjas francesas, Alice Domon y Leónie Duquet o de los curas palotinos").
+ Que según testimonios ha sido cómplice, pasiva o activa, en el genocidio de 1994 en Ruanda. Según la ONU, las milicias de Ruanda recibieron apoyo logístico y financiero de fundaciones católicas.
Desde la colonización y evangelización de Ruanda, el país de las “mil colinas”, hacia el año 1900 (poblado por un 80% de hutus y un 10% de tutsis) la Iglesia jugó un papel no sólo religioso sino político. Los misioneros católicos se toparon con la resistencia de los tutsis y gozaron en cambio de una gran benevolencia hutu. Si bien no se puede acusar a la Iglesia de haber creado las categorías o “razas” hutu y tutsi, han contribuido a arraigar y justificar la división de dos grupos que jamás se habían enfrentado a lo largo de siglos sino en trifulcas de intereses entre agricultores tutsis y pastores hutus. En nombre de las etnias, etnólogos y misioneros pensaron haber hallado en África un terreno en el que aplicar las teorías raciales propias del siglo XIX.
La Iglesia Católica no puede ocultar la hipocresía que satura su comportamiento permanente al lado de los grandes genocidios perpetrados a lo largo de la historia, como son los casos tanto de la llamada cristianización de Indoamérica como el penoso caso del genocidio perpetrado por las fuerzas nazi-fascistas alemanas e italianas, con un componente de primer orden por parte de la Iglesia Católica, en contra de los judíos a lo largo de la Segunda Guerra Mundial.
+ Que ha visto a todo lo relacionado con la sexualidad como malo y pecaminoso, salvo que se dé dentro “del santo matrimonio”.
+ Que ha visto en los trabajadores motivos de sospecha de “marxismo”, y en consecuencia los ha convertido en uno de los principales enemigos de la Iglesia, poniéndose del lado de los poderosos intereses concentrados o haciendo silencio a favor de los corruptos intereses de los monopolios.
+ Que ha guardado silencio y mantuvo en secreto los casos de abusos sexuales a menores a través de un documento oficial conocido, por su nombre en latín, Crimen Sollicitationis (documento original en latín "Intructio de modo procedendi in Causis Sollicitationis"); cuya finalidad es que no salte el escándalo, que no se vea involucrada la iglesia en estos casos tan horrorosos, se pondrá encima de la mesa mucho dinero para callar a los violados y si no hay reacción se le amenaza con la excomunión (The Observer, 18 de agosto de 2003)
+ Que hoy tilda a un gobierno que busca la inclusión de las minorías de desplegar la confrontación cuando históricamente y en esencia ella ha sido producto de la confrontación entre cultos e incultos (no olvidemos que hasta que la escritura y los materiales que la hacen posible se abarataron y en consecuencia se popularizó, el saber y el conocimiento dormían en los claustros y accedían a ellos una minoría de élite), entre pobres y ricos (para que los pobres no nos rebelemos y sigamos sumisos nos han prometido el cielo), entre puritanas y prostitutas, entre el cielo y el infierno, entre hombres y mujeres, cristianos y judíos, etc., etc.
Todos estos datos, y quizá los que se puedan agregar aún, no solo reflejan la hipocresía, sino que hacen insostenible el discurso actual de la Iglesia Católica.
Fuente: José Maúrtua, Iglesia Católica se burla de DDHH
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