No nos une el amor sino el espanto.
El grupo UNO de Daniel Vila y José Luis Manzano, constituyen un caso emblemático en el que, una enorme cantidad de operaciones comerciales que se han visto afectadas por el coctel de una empresa editora de diarios que a su vez es, en asociación con el Estado, la productora del insumo básico de la industria, y no hace otra cosa, desde hace 33 años, que sacar provecho de esa posición dominante en desmedro de sus competidores.
Es el caso del diario La Capital de Rosario, que en el último año calcula pérdidas en el orden de los 2 millones de pesos, al no disponer de papel nacional de Papel Prensa y debe recurrir a la importación de papel chileno, polaco, finlandés o ruso, entre otros.
La columna del diario Uno de Mendoza de ayer (mismo grupo) señaló puntualmente que esa publicación tuvo que gastar entre 2005 y 2009 casi 4 millones de pesos más que Los Andes (perteneciente a Clarín), debido a que Papel Prensa no disponía de "cupo" para abastecer al diario de Vila.
Mientras tanto, en Papel Prensa como en Fibertel, los muchachos nos quieren hacer creer que están tranquilos y que no pasa nada, que el servicio no se va a dejar de prestar y siguen operando como si tal cosa.
Estos son casos en que queda revelada la impunidad a la que están acostumbrados y de la cual hacen una militancia. Si siempre estuvieron en la clandestinidad, si robaron, secuestraron, violaron, torturaron y por acción u omisión siempre fueron cómplices o socios de lo peor de cada casa, porque nos extraña a hora que incluso crean que están en lo correcto.
Al final me están dando lástima.
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