Esta es la máscara del miserable que es capáz de escribir estas cosas de la nota de abajo.
Sin temor alguno por comparar lo incomparable, desde el sofismo tergiversador y desinformador, al paladar de los lectores de La nación.
Aunque en favor de esta escoria, se puede tomar su discurso, seguir su línea argumental y decir que tanto estas madres como nuestras viejas históricas están unidas por las consecuencias de una misma política.
A nuestras viejas les asesinaron, desaparecieron y robaron a sus hijos en el marco de una política de terrorismo estatal, para la implantación de un sistema económico necesario para implementar el neoliberalismo que arrasó al mundo dede los mediados del 70'.
A estas otras madres les asesinaron a sus hijos como consecuencia de las secuelas sociales de aquel sistema económico, aún no erradicado.
Esas secuelas son la insolidaridad social, la corrupción endémica en las fuerzas policiales, que desde entonces se convirtieron en la más gigantesca asociación ilícita que domina territorialmente el país, la desocupación sistematizada en los años 90' como profundización de aquella política económica comenzada en el 76' (Referencias): http://www.clarin.com/policiales/crimenes/escapo-ayuda-nadie-abrio-puerta_0_345565582.html
Sin temor alguno por comparar lo incomparable, desde el sofismo tergiversador y desinformador, al paladar de los lectores de La nación.
Aunque en favor de esta escoria, se puede tomar su discurso, seguir su línea argumental y decir que tanto estas madres como nuestras viejas históricas están unidas por las consecuencias de una misma política.
A nuestras viejas les asesinaron, desaparecieron y robaron a sus hijos en el marco de una política de terrorismo estatal, para la implantación de un sistema económico necesario para implementar el neoliberalismo que arrasó al mundo dede los mediados del 70'.
A estas otras madres les asesinaron a sus hijos como consecuencia de las secuelas sociales de aquel sistema económico, aún no erradicado.
Esas secuelas son la insolidaridad social, la corrupción endémica en las fuerzas policiales, que desde entonces se convirtieron en la más gigantesca asociación ilícita que domina territorialmente el país, la desocupación sistematizada en los años 90' como profundización de aquella política económica comenzada en el 76' (Referencias): http://www.clarin.com/policiales/crimenes/escapo-ayuda-nadie-abrio-puerta_0_345565582.html
De todo eso, este personaje es uno de los defensores de ese sistema y como tal, cómplice ideológico de lo que les ocurió a nuestras madres y a estas otras que nunca pidieron compararse con aquellas por que las histórias son incomparables.
Sin ninguna vergüenza este personaje le reclama al gobierno que desactive lo que ellos construyeron, tomando una obscena distancia, hablando desde la tribuna de los impolutos, eufemismo de imputables en este caso.
Nuevas madres en Plaza de Mayo
Santiago Kovadloff
LA NACION
Viernes 15 de octubre de 2010 | Publicado en edición impresa
¿Persistirán? ¿Se convertirán a fuerza de hacerse ver allí en las nuevas Madres de Plaza de Mayo? ¿Sostendrán su encuentro de los jueves como aquellas que las precedieron? ¿Realizarán con indeclinable constancia su reclamo ante la Casa Rosada exigiendo justicia? http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1315111
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ResponderEliminarVamos a poner enn claro una cosa, yo publico lo que pienso, lo pongo en mi blog, pongo mi foto, mi nombre, o sea a cara descubierta. Porque tendría que contestarle a "anonimo" por más que me muera de ganas?
ResponderEliminarPorque cuando "anónimo" se digne a dar la cara como lo hago yo, sabré que existe un mínimo respeto, caso contrario, los eliminaré sistemáticamente.