No es la primera vez que Aníbal Fernández me dispara tema para tratar en el blog. En el reportaje que hoy aparece en Página 12, el titular de la jefatura de gabinete nacional, recuerda el velatorio de Néstor y la impresión que le causaba el puño en alto de muchos de los jóvenes que pasaban a brindarle fuerza a Cristina, que tenían revalorizado el sentido de Nacional y Popular, que las dos presidencias kirchneristas pusieron en lo alto valores olvidados y manoseados vilmente durante buena parte de los procesos que vinieron después del golpe cívico militar del 76, y llevado a su máxima expresión en la década infame de la rata, los noventa.
Es que más allá de los logros económicos, sociales, en materia de derechos humanos, etc., hay un montón de intangibles que escapan a los grandes números, a los testeos, a las estadísticas. Es la valorización, el sentido que tienen expresiones como esa de "No voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada", ni la histórica de "Ni olvido, ni perdón" que dejó de ser una consigna para convertirse en una realidad tangible y palpable del día a día.
Esa es la gran obra de este proyecto, y es lo que produce el quiebre en la juventud, darle sentido a los ideales, volver a poner en primera fila la utopía, los valores, la ética, la militancia. Lo vemos, lo sentimos, nos sorprende gratamente ver a jóvenes que hasta hace un par de años solo se los veía juntos y joviales en un viaje de egresados o a la entrada de un boliche, juntarse para leer los diarios o discutir una candidatura, los problemas de su barrio.
Las matrículas en las carreras sociales y de comunicación, son otro guarismo que no siempre tenemos en cuenta, pero que hablan por si mismas del cambio de paradigma, de la revolución que echó a andar un flaco virola y desalineado allá por el 2003 y que hoy encarna la que fuera su compañera y consejera, con atributos antagónicos, si se quiere, pero con las mismas convicciones y decidida a dar batalla a todo lo que comenzaran juntos y hoy, solo ella y el compromiso con su pueblo, pueden llevar a buen puerto.
Nacional y Popular es hoy, la bandera que solo el peronismo puede levantar con autoridad y los jóvenes lo saben, los viejos lo saben, los humildes lo saben.
muy bueno daniel.
ResponderEliminarGracias Cumpa.
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