Las cosas por su nombre

Recuerdo a un viejo conocido, que cuando su mujer le recriminaba  haber tomado de más, cosa bastante frecuente por otro lado, comenzaba su discurso con que cuando un rico se emborracha "está alegre", o "en copas", pero cuando lo hacía la gente común, el pueblo, siempre indefectiblemente, se lo trataba de  borracho.  Luego de este alegato, que podía durar hasta quince minutos, por sus cabildeos, búsqueda de palabras nunca encontradas y fraseos indecorosos, se iba a dormir la mona.

Hemos conocido "amigas" de una prima, "sobrinos" lejanos de algún tío y hasta vendedores trashumantes de gofio que terminaron presos por un "error".

Éstas distorciones del lenguaje, de sobreentendidos, de hipocrecías cotidianas, de complicidades de una época victoriana que no está tan lejos y de la que aun quedan resabios.

A estas cuestiones de dialéctica, le sumamos la corriente cultural europeizante que dominó buena parte de nuestra historia y que desnudara como pocos en sus zonceras don Arturo Jauretche, y ha sido la causante de que este crisol de razas siempre mire con una admiración casi pavota, los logros de cualquier índole que viniera de afuera e detrimento de lo propio y nacional.

A esta altura ustedes se preguntarán de que viene esta post?.  Bueno, ahí va.

Voy a comenzar con una afirmación que hace Verbitsky en su nota de hoy en Página/12, "Algo grave debe estar ocurriendo con la prensa y los partidos de oposición si con tal de desmerecer al gobierno ... y se alinean con quienes quisieron, y no pudieron, allanar la soberanía nacional".

Es que, como todos saben, el decomiso de material "no declarado" al avión de la Fuerza Aérea Norteamericana, fue tomado por la corpo y la opo, como una tocada de upite a sus más caros sentimientos de pertenencia.  Como vamos a osar nosotros, indios inferiores sudacas ignorantes y con pie plano, meter nuestras sucias narices en bolsos clasificados como "SECRET" por la potencia paladín de las libertades individuales?.

De que estamos hablando cuando representantes del pueblo, comunicadores sociales, tilingos de toda índole, dan crédito a la extranjería y soslayan declaraciones de nuestro Canciller o del Jefe de Gabinete de Ministros:

CIPAYOS, VENDEPATRIA, LAMECULOS, CALZONUDOS, CHUPAMEDIAS, VENDIDOS, SOMETIDOS, ANTIPATRIA, TRAIDORES, PROYANQUIS, ALCAHUETES.

Eso es lo que son.

Audio de un reportaje de hoy en Radio10 del Ministro Aníbal Fernández con Marcelo Longobardhi