Tienen prensa, son tratados cordialmente y asumen el papel de víctimas con una naturalidad que asusta.
En esta postal ilustra nuesto comentario vemos representado a lo más granado de los recorrepasillos y mercachifles de las estadísticasde nuestro país. Bevacqua, Caucino, Bour, Todesca, Lamothe, Rubinstein, Melconian, Kiguel, Paz, Frigerio, que, en rigor de verdad, no serían lo que son, si las estadísticas del INDEC no estuvieran tan devaluadas en la opinión pública. Opinión, que estos vendedores de fantasías, alimentan día a día con sus falacias, reproducidas hasta el infinito, por sus voceros mediáticos. Éstos, son los mismos que mienten en sus titulares, que tergiversan la realidad, que nos dan información sin citar fuentes, que nos pintan una realidad elaborada en una oficina de tres por tres. Misma metodología, mismo resultado. Es la serpiente que se come la cola. Todo cierra.
De la nota que hoy publica La Nación, solo voy a rescatar una frase que grafica cabalmente cual es el grado de responsabilidad y compromiso de éstas "empresas" con su trabajo. A las estadísticas oficiales que utilizan las capacidades de 1500 trabajadores, entre profesionales y técnicos, que hacen su trabajo todos los días del año, relevando más de 6000 comercios en CABA y los 24 partidos del conurbano, tomando 100.000 variedades de productos y servicios le contraponen, las estimaciones que hace gente que no se pone colorada cuando confiesa: "No elaboramos un índice de precios, sino un simple seguimiento de precios o monitoreo con tres supermercados de Capital, Mar del Plata y Rosario..." ¡que profesionales!.
(Itzcovich, el DT del INDEC, se queda corto cuando dice que los datos que presentan estas consultoras son un mamarracho).
Está todo dicho.
Todas las cifras que dan los órganos del gobierno, ya sea éste el Ejecutivo o el Judicial, son puestas en duda y rebatidas todos los días por los medios y los políticos de la oposición sin la menor vergüenza. Ni siquiera se ven el la obligación de dar las fuentes. Desempleo, trabajo en negro, déficit fiscal, balanza comercial, población bajo el nivel de pobreza, crecimiento industrial, inseguridad, muertes en ocasión de robo... Para estas usinas el panorama del país es de todo punto de vista horrible, a pesar que la sensación generalizada es otra y algunos lo reconocen. Estos señores, los de la foto son los dueños de las estadísticas sociales y económicas y siempre mandaron. Bevaqcua es hija del que fue muchos años director del indec a la vuelta de la democracia, Cuando se quedaron sin el indec porque Néstor consideró que lo que hacían era escandaloso y que había que acabar con ello, comenzó la guerra. Ellos trabajan para los grandes grupos financieros e industriales y controlando el indec controlaban una serie de variables fundamentales en los negocios. Como ya no lo tienen hay que anularlo.
ResponderEliminarNegocio del que no solo era partícipe necesario Bevacqua, sino los que compraban la información que se escurría por los pasillos del Instituto, mucho de los que están en la foto, que sangran por la herida.
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