El contrato será para poner en marcha el plan de educación digital de la Ciudad. La iniciativa, bautizada Proyecto Quinquela, propone entregar una netbook a cada uno de los 156 mil alumnos y una notebook a cada uno de los 16 mil maestros de las escuelas primarias de la Ciudad. También incluye conexión inalámbrica para 217 colegios y con cable para 504. Es un negocio de 274 millones de dólares en apenas cinco años. Junto a Multicanal proveía conexión a Internet para sitios web y controla las firmas Flash y Ciudad Internet.
El jefe de gobierno porteño Mauricio Macri está a un paso de cerrar un contrato millonario que pasará a la historia. Será con una empresa del Grupo Clarín y no estará dedicado a crear un medio, sino a poner en marcha el plan de Educación Digital “Una computadora por alumno”, creado por el Ministerio de Educación porteño para entregar una netbook a cada uno de los 156 mil alumnos y una notebook a cada uno de los 16 mil maestros de las escuelas primarias de la Ciudad.
La iniciativa, bautizada Proyecto Quinquela, también incluye conexión inalámbrica para 217 colegios y con cable para 504. La licitación fue convocada el 19 de octubre y la primera fecha de apertura de sobres estaba prevista para el 23 de noviembre, pero finalmente se abrieron el 17 de marzo, hace diez días. Allí se supo que el proceso no contó con varios oferentes, sino con uno sólo, bastante reconocido en el mercado, especialmente por la inactividad que mantuvo en los últimos años.
Se trata de la Primera Red Interactiva de Medios Argentinos, más conocida como PRIMA SA, una empresa del holding controlado por Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Jose Antonio Aranda, Lucio Rafael Pagliaro y Goldman Sachs. Junto a Multicanal proveía conexión a Internet para sitios web y controla las firmas Flash y Ciudad Internet.
Pero ahora, y muy posiblemente antes de las elecciones, se dedicará a algo mucho más jugoso. Según el Boletín Oficial del gobierno porteño, publicado el 18 de marzo, esta empresa resultó preseleccionada para dar “prestaciones integrales digitales de aplicación educativa para alumnos de las escuelas primarias de la Ciudad”. Las “prestaciones integrales” no son otras que la conexión a Internet para escuelas y la utilización de 172 mil netbooks y notebooks a un costo mensual por alumno de 24 a 89 dólares, y por maestro de 37,34 dólares. El precio de conexión inalámbrica es de 144 dólares por escuela, y por cable de 120.
Los datos están claramente explicados en el informe de Preadjudicación para la Licitación Pública Internacional de Etapa Doble N° 2178/SIGAF/2010 y sus tres páginas no dejan lugar a dudas: la Ciudad le pagará, mensualmente, a la empresa PRIMA SA un total de 4.572.008 dólares, según el “Precio Cotizado a Evaluar” que fue analizado por un consejo asesor dependiente del ministro de Educación, Esteban Bullrich, el mismo que preseleccionó a la empresa el 4 de marzo, según el expediente 907877/10.
De acuerdo a los números de la oferta ganadora, PRIMA se embolsará sólo en el primer año más de 54,8 millones de dólares, el equivalente a 223,8 millones de pesos. El contrato es por cinco años y constituye una operación que tendrá un costo total de 274,3 millones de dólares, es decir, 1.119,2 millones de pesos en un quinquenio, casi un presupuesto anual de la Ciudad.
Hasta su irrupción en la licitación porteña se sabía poco de PRIMA. En 2007 se fusionó con Multicanal, Cablevisión y Fibertel, gracias a un decreto firmado por el ex presidente Néstor Kirchner el último día de su mandato, y anulado por el Ministerio de Economía el 4 de marzo de 2010.
Desde entonces, la estructura de esta prestadora de Internet pasó a un discreto silencio comercial, muy parecido a la inactividad, pero ahora volverá a la vida con un contrato que, dentro del mercado, llama la atención por la ausencia de otros oferentes y porque Fibertel, su principal socio, no puede seguir operando por violar el “marco regulatorio” desde el 19 de agosto del año pasado, cuando la Secretaría de Comunicaciones, a través de la Resolución 100, estableció que esa empresa tenía la licencia caduca desde 2003, y que la fusión con Multicanal, Prima y Holding Teledigital “está sujeta a aprobación regulatoria, que puede no ser otorgada”.
La revocación de la licencia llegó a Fibertel, y Prima quedó en pie. Desde aquel golpe a una de las principales cajas del Grupo Clarín, Prima salió del letargo y volvió discretamente a escena de la mano de Macri y del gobierno PRO, que mantiene una estrecha relación económica con el holding editor del diario Clarín.
Una de esas demostraciones de acercamiento ocurrió el 15 de noviembre del año pasado, cuando inauguró las oficinas de la Compañía de Medios Digitales (CMD) junto a José Aranda, en el Distrito Tecnológico de Parque Patricios. La CMD edita los contenidos digitales de once portales del grupo y desde entonces está instalada dentro de la incubadora de empresas que puso en marcha la gestión PRO. Cinco meses antes de mostrarse feliz con Aranda, Macri había lanzado el programa educación digital en el mismo barrio.
El 10 de mayo, junto a Bullrich, entregó las primeras netbooks y anunció que los primeros aparatos serían para los seis establecimientos cercanos al tecnodistrito de Patricios. Ya por esos días hablaban de una inversión total de 200 millones de dólares. Se quedaron cortos: serán 274 millones en cinco años, y todos, para el mismo grupo que a fines de 2006 tendría que haber soterrado todo el tendido de su red de cable, de acuerdo a la exigencia de una ley porteña.
Macri amagó con hacerlo, pero luego dijo que no quería “fundir a un grupo nacional que ha invertido durante años”. Hablaba del holding de Magnetto, el mismo que, junto con Aranda, recibió hace una semana a Macri en el tercer piso de Tacuarí al 1800, sede del diario fundado por Roberto Noble. El encuentro fue a los abrazos. Sin dudas, tenían mucho para festejar.
La iniciativa, bautizada Proyecto Quinquela, también incluye conexión inalámbrica para 217 colegios y con cable para 504. La licitación fue convocada el 19 de octubre y la primera fecha de apertura de sobres estaba prevista para el 23 de noviembre, pero finalmente se abrieron el 17 de marzo, hace diez días. Allí se supo que el proceso no contó con varios oferentes, sino con uno sólo, bastante reconocido en el mercado, especialmente por la inactividad que mantuvo en los últimos años.
Se trata de la Primera Red Interactiva de Medios Argentinos, más conocida como PRIMA SA, una empresa del holding controlado por Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Jose Antonio Aranda, Lucio Rafael Pagliaro y Goldman Sachs. Junto a Multicanal proveía conexión a Internet para sitios web y controla las firmas Flash y Ciudad Internet.
Pero ahora, y muy posiblemente antes de las elecciones, se dedicará a algo mucho más jugoso. Según el Boletín Oficial del gobierno porteño, publicado el 18 de marzo, esta empresa resultó preseleccionada para dar “prestaciones integrales digitales de aplicación educativa para alumnos de las escuelas primarias de la Ciudad”. Las “prestaciones integrales” no son otras que la conexión a Internet para escuelas y la utilización de 172 mil netbooks y notebooks a un costo mensual por alumno de 24 a 89 dólares, y por maestro de 37,34 dólares. El precio de conexión inalámbrica es de 144 dólares por escuela, y por cable de 120.
Los datos están claramente explicados en el informe de Preadjudicación para la Licitación Pública Internacional de Etapa Doble N° 2178/SIGAF/2010 y sus tres páginas no dejan lugar a dudas: la Ciudad le pagará, mensualmente, a la empresa PRIMA SA un total de 4.572.008 dólares, según el “Precio Cotizado a Evaluar” que fue analizado por un consejo asesor dependiente del ministro de Educación, Esteban Bullrich, el mismo que preseleccionó a la empresa el 4 de marzo, según el expediente 907877/10.
De acuerdo a los números de la oferta ganadora, PRIMA se embolsará sólo en el primer año más de 54,8 millones de dólares, el equivalente a 223,8 millones de pesos. El contrato es por cinco años y constituye una operación que tendrá un costo total de 274,3 millones de dólares, es decir, 1.119,2 millones de pesos en un quinquenio, casi un presupuesto anual de la Ciudad.
Hasta su irrupción en la licitación porteña se sabía poco de PRIMA. En 2007 se fusionó con Multicanal, Cablevisión y Fibertel, gracias a un decreto firmado por el ex presidente Néstor Kirchner el último día de su mandato, y anulado por el Ministerio de Economía el 4 de marzo de 2010.
Desde entonces, la estructura de esta prestadora de Internet pasó a un discreto silencio comercial, muy parecido a la inactividad, pero ahora volverá a la vida con un contrato que, dentro del mercado, llama la atención por la ausencia de otros oferentes y porque Fibertel, su principal socio, no puede seguir operando por violar el “marco regulatorio” desde el 19 de agosto del año pasado, cuando la Secretaría de Comunicaciones, a través de la Resolución 100, estableció que esa empresa tenía la licencia caduca desde 2003, y que la fusión con Multicanal, Prima y Holding Teledigital “está sujeta a aprobación regulatoria, que puede no ser otorgada”.
La revocación de la licencia llegó a Fibertel, y Prima quedó en pie. Desde aquel golpe a una de las principales cajas del Grupo Clarín, Prima salió del letargo y volvió discretamente a escena de la mano de Macri y del gobierno PRO, que mantiene una estrecha relación económica con el holding editor del diario Clarín.
Una de esas demostraciones de acercamiento ocurrió el 15 de noviembre del año pasado, cuando inauguró las oficinas de la Compañía de Medios Digitales (CMD) junto a José Aranda, en el Distrito Tecnológico de Parque Patricios. La CMD edita los contenidos digitales de once portales del grupo y desde entonces está instalada dentro de la incubadora de empresas que puso en marcha la gestión PRO. Cinco meses antes de mostrarse feliz con Aranda, Macri había lanzado el programa educación digital en el mismo barrio.
El 10 de mayo, junto a Bullrich, entregó las primeras netbooks y anunció que los primeros aparatos serían para los seis establecimientos cercanos al tecnodistrito de Patricios. Ya por esos días hablaban de una inversión total de 200 millones de dólares. Se quedaron cortos: serán 274 millones en cinco años, y todos, para el mismo grupo que a fines de 2006 tendría que haber soterrado todo el tendido de su red de cable, de acuerdo a la exigencia de una ley porteña.
Macri amagó con hacerlo, pero luego dijo que no quería “fundir a un grupo nacional que ha invertido durante años”. Hablaba del holding de Magnetto, el mismo que, junto con Aranda, recibió hace una semana a Macri en el tercer piso de Tacuarí al 1800, sede del diario fundado por Roberto Noble. El encuentro fue a los abrazos. Sin dudas, tenían mucho para festejar.
Tomado de El Argentino
lo mas grave de esto es que Clarin fue único oferente
ResponderEliminarNo me parece que haya sido fortuito.
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