Memoria y justicia

Como bien intuye el Dr. Alberto Solanet en su opinión de La Nación (*) del día de ayer, el jueves 24 de Marzo celebraremos el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, independientemente de que el gobierno despliegue o no su liturgia.  Pero celebraremos ese día porque entendemos que aquel Nunca Más que expresara el célebre fiscal de la causa, que bien pudo quedar como un prócer, pero tuvo la decencia de mostrarse tal cual es, un mercachifle de venta al mejor postor, una persona de flácidas convicciones y aflanada ética que, por más que se trate de ocultar en la mascarada de anciano venerable y atribulado, trasunta odio, rencor, gorilismo por los cuatro poros.  No debemos olvidar que pertenece al mismo partido político que nuestro vice presidente.  Creo que solo este detalle, me exime de abundar en detalles.

Además, el doctor se queja de la suerte que corren los civiles cómplices de esa masacre y, en la nota del diario nos dice: "Como siempre, la fiesta abundará en la exaltación de los derechos humanos a través de genuinos intérpretes de una concepción groseramente restringida de tales derechos, opuesta a la nota esencial de universalidad que debe caracterizarlos. Es una concepción viciosa, para no andar con eufemismos, que hoy, para una parte importante de los argentinos, sustituye a la legalidad. Ya no rigen ni las garantías constitucionales ni el Código Penal para aquellos que han sido fulminados por la acusación de haber cometido delitos de "lesa humanidad", figura difusa que alcanza, además de a los militares y fuerzas de seguridad que participaron en la guerra contra la subversión en los años 70, a cualquier ciudadano a designio del Gobierno. No es una afirmación retórica. Con esa calificación utilizada para alegar la imprescriptibilidad, la señora Herrera de Noble y sus hijos sufren una implacable persecución judicial; José Alfredo Martínez de Hoz y Jaime Smart están presos y desde la Presidencia de la Nación se impulsó el procesamiento y encarcelamiento de conocidos empresarios vinculados a los medios de prensa más importantes."

Nuestro escribidor, en otra oportunidad, al celebrarase el 1º año de La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, de la cual es presidente, en alusión al mismo tema dijo: "La guerra que se ganó en el campo militar, se viene perdiendo en el campo cultural, en manos del enemigo. Sus mentores tienen despacho cercano al gobierno, que es su astuto brazo ejecutor. Salvo honrosas excepciones, tanto el poder judicial, como el legislativo le han sido funcionales y por ello hoy se vive en la argentina este clima de odio, venganza y degradación. En orden a la funcionalidad, no puedo dejar de aludir a la reciente sanción por parte del Congreso de la ley del llamado matrimonio homosexual. Con la misma majadería, desparpajo e irresponsabilidad, podrían haber decidido que Dios no existe o derogado la ley de gravedad. Ayer la Universidad de Buenos Aires, en línea con la política destructora de la sociedad argentina, se manifestó en favor del aborto, en una decisión totalmente extraña a sus fueros. Definitivamente no hay paz en nuestra patria."

Para terminar, nos aconseja/amenasa : "El desprecio por los grandes principios del derecho y el abandono de la legalidad significan la destrucción del sistema civilizado de convivencia"

Y BOSTON?

(*) no me hago responsable por las consecuencias de la lectura del citado artículo
Gracias Horacio