La construcción de un relato que cohesione la caterva de lumpenes políticos de la oposición, es tarea de los medios de comunicación regenteados casi en su totalidad por Héctor Magneto.
La imagen de Mariano Grondona repitiendo que Clarín y La Nación son los que determinan la agenda, pisada por la de Biblita Carrió diciendo que estos mismos medios son "la argentina", imagen bien 678, nos muestra una realidad que día a día desde éste y otros medios similares, nos forzamos a desmitificar, aún siguiendoles la agenda. Mal que nos pese.
"Campo vs. Gobierno", "paro del campo", "la plata de los jubilados", "Ley de medios K", "ataque a la prensa independiente", "vienen por todo", ahora "las casas de Schoklender", o palabras sueltas como inseguridad, inflación, cuestionado, antidemocrático, corrupto, 'sunescándalo, crispación, soberbia, intolerancia, son todas ideas fuerza que apuntan directamente a la cabeza de la clase media y laburante, que luego de pasar ocho o más horas en la oficina o en la fábrica y dos horas viajando, prenden la tele para ver algo que los despeje y les ayude a comprender que está pasando en el país.
Acá no vale, que hace algunos años no tenía trabajo, ahora lo tiene y con paritarias, ni que aún teniéndolo, no pudiera acceder a los gustos que ahora se da, ni proyectar vacaciones, ni pensar en cambiar el auto, o en tener un 0 Km. Si los jubilados ahora comen salteado, antes no comían. Si por "arte de magia" se construyeron 1046 escuelas que antes no había o se caían a pedazos, es porque hay muchos más chicos en condiciones de ir al colegio. Pero todo esto se desvanece cuando desde los medios que imponen la agenda, se determina que se debe hablar del polémico Moreno que no hace otra cosa que acosar las consultoras privadas con multas extorsivas, para impedirles que emitan datos totalmente infundados y sin rigor técnico, pero que los medios venden como "la verdad", o que quiere sacarle el insumo a las usinas de libertad de expresión que conforman los peródicos de mayor tirada en el país y que son los únicos que usufructan el beneficio de Papel Prensa, o como ahora que "las casas de Schoklender" son su único tema, pudiendo hablar de las muestras de ADN que desde hace una década se niegan a hacerse los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble.
Cuando alguien nos pregunte inocentemente por el precio de los tomates, le espetamos "CRISTINA 2011". Por las Madres, "En Octubre hablamos". Por la Banelco de Cristina, "Todos unidos trinfaremos". Y así.
Debemos aprender de nuestros enemigos en eso de hablar de lo que queremos nosotros, sin entrar en el juego de responder a todas las preguntas que nos formulan, y que sabemos, son guionadas por el jefe de campaña de la oposición.
La clase media ( ¿o media clase?) que compra esos mensajes siente necesidad de olvidarse que casi todos ellos son los hijos, o los nietos, de otros "negros" como los que ahora reclaman inclusiónn, hacen paros, reciben algún subsidio.
ResponderEliminarNo quieren enterarse que esta clase media se construyó con muchos de aquellos "clase baja" (negros laburantes) a los que el peronismo les permitió acceder a su primera casita, mandar a sus hijos a estudiar y, en algunos casos, comprarse un autito. Hoy no quieren hacer lugar para los que vienen atrás. Es un alarde fuerte de egoísmo. Pero vamos a educarlos en la solidaridad. Sus hijos ya están aprendiendo y muchos ya descubrieron el camino que marcó Néstor. Y les gustó!!!
Ojalá sea así.
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