Eduardo de la Serna
Soy de los tiempos en los que se hablaba de “pueblo”, los queridos curas del Tercer Mundo de Buenos Aires escribían "El pueblo, ¿dónde está?", y los militantes “setentistas” cantábamos, “Si este no es el pueblo, el pueblo ¿dónde está?”. Pero vino la noche oscura de la Dictadura, la ilustración alfonsinista, el pragmatismo menemista y la nada delarruista, y ya no se habló más de “pueblo”, salvo en cubículos casi graciosos que hoy mendigan “un voto, por favor” para llegar al 1,5% y no ser “silenciados” (¿por quién, sino por el mismo “pueblo”?).
Algunos prefieren hablar de “ciudadanía”, palabra que en lo personal no me entusiasma nada… me “suena” ilustrada; otros hablan de “la gente”, que no queda claro qué es, quiénes son… Soy de los tiempos en que “pueblo” decía cultura, proyecto, tradición, utopías. Así que usaré “pueblo”, de modo quizás nostálgico, quizás redivivo, quizás esperanzado.
Ayer el pueblo votó. Es verdad que son “internas”, no elección definitiva, pero el pueblo dijo algo. Dijo mucho. Y mucho de lo que se decía quedó bastante enturbiado. Clarín –cuándo no- destacaba la “proyección nacional” de los votos de Capital, Santa Fe y Córdoba (donde, entre paréntesis, ayer ganó Cristina), pero parece que la proyección nacional de ayer, dijo otra cosa.
Una vez más el pueblo dijo algo distinto a lo que “otros” apostaron: apostaron al fracaso de la fiesta del Bicentenario, al fracaso del Censo, al fracaso de Tecnópolis, y al fracaso de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias). Y resulta que votó más gente que en las elecciones presidenciales del 2007 o las legislativas del 2009. Resulta que –como en el Bicentenario- no hubo incidentes, y ni siquiera la silenciada Carrió (¿por quién, sino por el mismo “pueblo”?) denunció nada. Parece que para el pueblo, fue una fiesta. Y ya sabemos cuánto les importa a muchos impedir o silenciar la fiesta popular.
Mirando los guarismos, se me ocurre una serie menor de reflexiones:
· Sinceramente esperaba una elección mucho mejor de Proyecto Sur; que no haya llegado siquiera al 1%, algo quiere decir. A lo mejor ya pasaron sus 15 minutos de fama.
· No imaginaba una elección tan paupérrima de Carrió, pero es evidente que el pueblo se hartó de una mujer que “crispa” a todo el mundo, y nadie puede durar 1 año a su lado.
· Creo que Rodríguez Saa hizo una buena elección, más allá de su propia provincia.
· Me pareció preocupante el discurso casi videlista de Duhalde. Y me resultó tragicómico verlo al Momo Venegas a su lado celebrando el voto de Necochea. ¿Es una costumbre de esta gente mirar Necochea como una suerte de premio consuelo?
· Me resulta muy sintomático el empate entre Duhalde y el hijo de Alfonsín, [al que sólo le falta levantar las manos juntas hacia su lado izquierdo (o para él, sería más coherente hacerlo hacia el lado derecho) para tratar de pedir los votos paternos]. No veo cómo podrán encontrarse y negociar con tanta paridad y buscar “renunciamientos históricos”.
· Antes de los resultados había escuchado a Binner decir que para él era una buena elección sacar el 10% (cosa que lograron); no lo entiendo, salvo que pretendan mirar el 2015. Ver a De Gennaro y a Lozano en ese grupo me hace sentir cierta pena por la desconexión con la realidad que tienen quienes manifestaban tenerla.
· Me resulta patético lo de Altamira “rezando” (sic) por un “milagro” (recontra sic), y celebrar eufórico su 2,48%. Pero me resulta más patético escucharlo hablar del “pueblo”, palabra que –me parece- ignora (y lo ignora).
· Y una palabra sobre Cristina: me resulta curioso que me habían dicho que estaba “muerta”, “terminada”, Duhalde decía que no sabe gobernar, Carrió que… (bueno, Carrió decía todo, no lo tengo en cuenta), que el kirchnerismo estaba acabado después de la 125, del 2009 y las elecciones de Capital, Córdoba y Santa Fe… (¿será que me han mentido?). Lo que yo vi es sencillamente “gestión”. Le pegaban los de la oposición política, le pegaba la oposición no partidaria (la Sociedad Rural, empresarios como Rocca, Ratazzi, obispos) y sobre todo -¡¡¡sobre todo!!!- la corporación mediática, con Clarín a la cabeza. Y ¿qué hacía Cristina? Simplemente gobernó. Se dedicó a gobernar. Y hoy vemos Chile, uno de los países modelo para tantos opositores, con toda la “estudiantina” en la calle para que no olvidemos a Violeta Parra; vemos a EEUU que sube su “riesgo país”, muertes en Londres, indignados en España (e Israel), crisis gravísima en Portugal, Irlanda e Italia por hacer (y con la conminación a seguir haciendo) lo que acá se hizo desde Martínez de Hoz hasta el 2003: ajuste, endeudamiento, salvataje corporativo, desocupación… y muertes. Es decir: vemos lo que nos espera si ganan los candidatos de Magnetto. Claro, Magnetto no perdería, precisamente por el salvataje corporativo. Simplemente perdería el pueblo, la gente, los argentinos… Y ver el 50% me hace recordar a Fito, y su “la mitad”; pero recordarlo desde otro aspecto que le da “alegría a mi corazón”. Ver ese 50% me hace creer y sospechar que muchos argentinos hemos decidido ser nosotros responsables de nuestro futuro, y no que este venga decidido, digitado o manipulado para el lado en el que suena un clarín.
Ayer el pueblo votó. Es verdad que son “internas”, no elección definitiva, pero el pueblo dijo algo. Dijo mucho. Y mucho de lo que se decía quedó bastante enturbiado. Clarín –cuándo no- destacaba la “proyección nacional” de los votos de Capital, Santa Fe y Córdoba (donde, entre paréntesis, ayer ganó Cristina), pero parece que la proyección nacional de ayer, dijo otra cosa.
Una vez más el pueblo dijo algo distinto a lo que “otros” apostaron: apostaron al fracaso de la fiesta del Bicentenario, al fracaso del Censo, al fracaso de Tecnópolis, y al fracaso de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias). Y resulta que votó más gente que en las elecciones presidenciales del 2007 o las legislativas del 2009. Resulta que –como en el Bicentenario- no hubo incidentes, y ni siquiera la silenciada Carrió (¿por quién, sino por el mismo “pueblo”?) denunció nada. Parece que para el pueblo, fue una fiesta. Y ya sabemos cuánto les importa a muchos impedir o silenciar la fiesta popular.
Mirando los guarismos, se me ocurre una serie menor de reflexiones:
· Sinceramente esperaba una elección mucho mejor de Proyecto Sur; que no haya llegado siquiera al 1%, algo quiere decir. A lo mejor ya pasaron sus 15 minutos de fama.
· No imaginaba una elección tan paupérrima de Carrió, pero es evidente que el pueblo se hartó de una mujer que “crispa” a todo el mundo, y nadie puede durar 1 año a su lado.
· Creo que Rodríguez Saa hizo una buena elección, más allá de su propia provincia.
· Me pareció preocupante el discurso casi videlista de Duhalde. Y me resultó tragicómico verlo al Momo Venegas a su lado celebrando el voto de Necochea. ¿Es una costumbre de esta gente mirar Necochea como una suerte de premio consuelo?
· Me resulta muy sintomático el empate entre Duhalde y el hijo de Alfonsín, [al que sólo le falta levantar las manos juntas hacia su lado izquierdo (o para él, sería más coherente hacerlo hacia el lado derecho) para tratar de pedir los votos paternos]. No veo cómo podrán encontrarse y negociar con tanta paridad y buscar “renunciamientos históricos”.
· Antes de los resultados había escuchado a Binner decir que para él era una buena elección sacar el 10% (cosa que lograron); no lo entiendo, salvo que pretendan mirar el 2015. Ver a De Gennaro y a Lozano en ese grupo me hace sentir cierta pena por la desconexión con la realidad que tienen quienes manifestaban tenerla.
· Me resulta patético lo de Altamira “rezando” (sic) por un “milagro” (recontra sic), y celebrar eufórico su 2,48%. Pero me resulta más patético escucharlo hablar del “pueblo”, palabra que –me parece- ignora (y lo ignora).
· Y una palabra sobre Cristina: me resulta curioso que me habían dicho que estaba “muerta”, “terminada”, Duhalde decía que no sabe gobernar, Carrió que… (bueno, Carrió decía todo, no lo tengo en cuenta), que el kirchnerismo estaba acabado después de la 125, del 2009 y las elecciones de Capital, Córdoba y Santa Fe… (¿será que me han mentido?). Lo que yo vi es sencillamente “gestión”. Le pegaban los de la oposición política, le pegaba la oposición no partidaria (la Sociedad Rural, empresarios como Rocca, Ratazzi, obispos) y sobre todo -¡¡¡sobre todo!!!- la corporación mediática, con Clarín a la cabeza. Y ¿qué hacía Cristina? Simplemente gobernó. Se dedicó a gobernar. Y hoy vemos Chile, uno de los países modelo para tantos opositores, con toda la “estudiantina” en la calle para que no olvidemos a Violeta Parra; vemos a EEUU que sube su “riesgo país”, muertes en Londres, indignados en España (e Israel), crisis gravísima en Portugal, Irlanda e Italia por hacer (y con la conminación a seguir haciendo) lo que acá se hizo desde Martínez de Hoz hasta el 2003: ajuste, endeudamiento, salvataje corporativo, desocupación… y muertes. Es decir: vemos lo que nos espera si ganan los candidatos de Magnetto. Claro, Magnetto no perdería, precisamente por el salvataje corporativo. Simplemente perdería el pueblo, la gente, los argentinos… Y ver el 50% me hace recordar a Fito, y su “la mitad”; pero recordarlo desde otro aspecto que le da “alegría a mi corazón”. Ver ese 50% me hace creer y sospechar que muchos argentinos hemos decidido ser nosotros responsables de nuestro futuro, y no que este venga decidido, digitado o manipulado para el lado en el que suena un clarín.
Gracias Ricardo
Excelente como siempre!!!Estos son los CURAS (así, con mayúsculas) que te reconcilian con la Iglesia.
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