Me disponía a pasar un fin de semana largo, húmedo y tranquilo en Miramar y se cumplieron las tres cosas.
En la autopista La Plata-Bs. As., pasando el shopping comienza lo que para el ciudadano medio de la Provincia, único destinatario y receptor del mensaje, una suerte de curso introductorio a las ciencias ocultas, la quiromancia y el estudio de los espacios topológicos. Pero no se asusten, es solo la campaña con la que el colorado de Narvaez pretende remontar los votos perdidos del 14 de Agosto, para lo cual, contrató al devenido resucitador de muertos, Ramiro Agulla (dicen que soy aburrido), que no solo apeló a la síntesis minimalista al extremo, sino que lo sumó a cierto toque surrealista, mientras se fumaba un caño de ESTE tamaño, y que convierte en verdaderas rarezas, las piezas publicitarias mencionadas y que parte exhibimos en el post.
Nótese incluso, que en el segundo cartel que plantamos, claramente puede entreverse un cierto mensaje subliminal, casi diría confianzudo y ninguneante hacia nuestro candidato a la Gobernación (y no me toquen al vice, que hoy es San Mariottto).
Es cierto que lleva a cuestionarse la propia formación, el tipo de lectura o por lo menos, el género; menos Axterix y más Artaud, que se yo.
Lo que sí, si con esta campaña |F., logra 1 solo voto más, el año que viene ganamos todas las olimpíadas de matemáticas de América.
Se me ocurrió otro mensaje de campaña: "¿?" ¿No es cierto que es de "vanguardia"?
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