Pasar a la clandestinidad

Dice que resiste el régimen.  Obvio, sino adelgazaría!!!

Durante muchos años los peronistas hicimos un análisis revisionista y de autocrítica de la actuación de lo que se llamo por aquellos años: “los muchachos”, “la tendencia”, “las formaciones especiales”.

¿Porque digo un análisis autocrítico?,  porque revisamos si era efectiva una vanguardia despegada del pueblo y un paso delante del momento histórico de la masa obrera o del campo popular, como mejor lo prefieran llamar. 
 
Como en casi todos los casos donde una interpretación política entra en juego, existe quien defiende esa posición y quienes la cuestionan. Es decir tenemos la mitad de la biblioteca de cada lado.
 
Pero bueno, más allá de las distintas posiciones internas que genera este análisis, desde hace algún tiempo dentro del peronismo ya nadie se plantea la resistencia como metodología política, porque como todos sabemos, aunque algunos parece no se enteraron, estamos en un estado de derecho pleno. Un estado donde ya no hay una mayoría del pueblo proscripto y donde todos los partidos políticos pueden presentarse a elecciones libremente.
 
No quiero que se entienda que se me cruzo por la cabeza escribir algo en contra de los compañeros de la “Resistencia Peronista”, compañeros que en muchos casos dieron sus vidas por defender sus ideales, que también son los nuestros. Compañeros que soportaron los fusilamientos, la persecución y la tortura durante los dieciocho años que duró la proscripción de nuestro partido. Podría nombrar sólo a título de homenaje a dos de los principales compañeros: El General Valle y Julio Troxler.
 
Pero bueno, a lo nuestro.

Resulta que ahora como el pueblo en elecciones libres y democráticas le negó con una  contundencia abismal el apoyo a nuestra pitonisa tremendista, decidió ser la resistencia al régimen.

Quisiera decir dos cosas que me parecen son indispensables ante estas desafortunadas declaraciones de semejante personaje.

Primero. No debemos permitirle que llame régimen a un gobierno con una representatividad de casi el cincuenta y cuatro por cien de los votos. Es una falta de respeto. El libre juego de la democracia impone que se acepta lo que la mayoría decide. Nosotros sabemos de aguantar callados la boca. Fueron dieciocho años donde no pudimos ni decir que éramos peronistas.

Segundo. No tiene autoridad moral para ser la Resistencia, ni le debemos permitir que use el mismo nombre que usaron nuestros mártires de todos los compañeros que murieron por ser peronistas como único delito. Eso si era un régimen. Un régimen dictatorial y fascista. Una manga de energúmenos que pensaron que prohibiendo que se usara la palabra Peronismo el pueblo iba a dejar de ser lo que era. Para enfrentar eso nuestros compañeros organizaron la “Resistencia Peronista”.

Ahora resulta que una señora gorda se cree con derecho a ser la reserva moral de la patria y se autoproclama Resistencia.

Con todo el respeto y la civilidad a que me obliga un estado de derecho me permito decirle. Vaya usted con Dios a su chacra de Exaltación de la Cruz y póngase de una vez por todas las ojotas, y si le parece lleve un CD de Los Caballeros de la Quema que tiene muy lindas canciones, sobre todo una ¡¡¡AVANTI MOROCHA!!!.

Gracias Pablo Bergara