Entonces un día, para despedir el año calculo, decidió sacar del baúl de los recuerdos, uno de esos escritos de mambo absoluto, y se lo publicamos porque está bueno.
Es que, ¡oh, vuelven los Rolling Stones!, esos que en nuestros años mozos nos inspiraban y nos empujaban a la rebelión; los Beatles desprolijos. Vestíamos con ropas de tiendas con su nombre y su lengua: Little Stone, La Toldería de la Griega. Olíamos a pachuli y Aqua Brava. Bailábamos en GEBA, Casa Suiza o el Centro Asturiano al ritmo de “Satisfaction” y apretábamos con “Wild horses”
Éramos una mezcla (Algún posmo diría fusión) de hippies sin paz con chetos sin dinero y heavys danzarines; pendencieros y consumidores de sustancias prohibidas. A "caballito" rompíamos literalmente todo con Fleetwood Mac, ¿se acuerdan? “... Vos sos un cheto asqueroso, yo soy stone, yo soy stone...” Stone rebelde; no rolinga conservador con más problemas de identidad que una milanesa a la napolitana (Ni de Milán, ni de Nápoles)
Pero vamos a la música: primeros tiempos con Brian Jones (un genio hubiera sido), época de increíbles blues, folk armónico, rock casi duro, casi punk anticipatorio, rhythm & blues inteligente que fue derivando hacia el funky; había que adecuarse a los ochenta con caja de ritmos, bajos monótonos y sonido metálico (Emotional Rescue, Undercover).
Soberbios cuando eran sus majestades satánicas y tenían simpatía por el demonio. Cuando asistían a banquetes de pordioseros, tatuados con algunas chicas. Pero paro acá porque no hay lugar en la revista para una obra tan vasta. Escucho un nuevo disco (nuevo, según dicen), A Bigger Bang, rolinga si los hay, y al cuarto tema tengo la sensación de haberlo escuchado antes. ¿Deja vù, quizá?
No, se plagian a sí mismos, son un ensayo permanente con público, nos roban como cualquier multinacional y sin ofrecer nada nuevo...Mi pequeño Coko me pide que pare con esos viejos que no le dicen nada; la verdad, estoy con él: Los Rolling Stones me tienen harto, me cansa su eterna adolescencia, o peor, la que nos venden.
Eran la bandera de rebeldía. Son la bandera de sumisión conservadora. ¿Sabés qué, Coko? No te aflijas que Papa Noel te va a traer lo último de Green Day (algo nuevo, aunque poco tienen para decirte). Eso sí: te pido que me dejes poner a la Herrero... Liliana, ¿qué creías?
¿Y sabés qué Mick? Al final era TU satisfacción?
Brian Jones vivió poco y dio mucho, pero ustedes, señores, ya vivieron demasiado. Necesitamos extrañarlos.
Bueno, me voy a tomar una dosis de divalproato de sodio, pero volveré... O no, no sé, por ahí.
Feliz año Horacio Barisani
¿Loco yo? Eu?
ResponderEliminar¿Loco?, loco sos vos, cambiá el fondo de pantalla, es una tortura leer, carajo, ponelo más claro , che...
ResponderEliminarabrazo
Claramente está loco. Me parece que el divalproato le cae mal. Habria que preguntarle a Susana que opina si con internación se puede arreglar o si es preferible sacrificarlo.
ResponderEliminarBueno, es un loco lindo y solo por eso el tata dios nos lo mando a nosotros, que todavía no se nos nota tanto como a él para que sigamos todos los locos juntos. Dios los cria ......
Un gran saludo y abrazos mil.
Pablo
Creo que no tiene cura, ni él ni nosotros, pero la frase "rolinga conservador con más problemas de identidad que una milanesa a la napolitana (Ni de Milán, ni de Nápoles)", puede con todo lo demás que escribió.
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