El festejo y el abrazo al genocida de Roca, se cumplió casi puntualmente. A la 1 en punto comenzaron a sonar los altoparlantes y los discursos donde reivindican la lucha como cuestión eterna. La lucha para los muchachos de ATE es un fin en sí mismo.
Escuchamos sorprendidos mientras trabajábamos, porque justo es reconocer, que mientras los 20 locos de siempre hacen quilombo afuera, cortan la calle y tiran papelitos, hay 1500 adentro que seguimos trabajando contra reloj, en el cumplimiento de compromisos estratégicos para la gestión pública, poniendo y sosteniendo más de 100 programas de trabajo, generando insumos para la industria, el comercio, las relaciones internacionales, la logística, en fin, para otra gente que en todo el país trabaja y produce.
Volvamos, decía que escuchábamos sorprendidos como reivindicaban la "alegría de la lucha".
No hay comentarios:
Publicar un comentario