Pasquines del Mundo, Uníos

No esperen que ponga una foto del Asesino, solo lo que nos causa sus dichos

Cristina en su discurso de apertura de sesiones ordinarias hizo referencia al tema, “llevé el diario allá a Río Gallegos y se lo metí debajo de la bandera porque ese diario era de él”, en alusión al reportaje que diera el asesino condenado Videla a la revista Cambio 16 de España, que no es otra cosa que la voz de los mismos que quisieron condenar al Juez Baltazar Garzón por tratar de llevar al banquillo de los acusados, a los represores y asesinos del franquismo.

En esta segunda entrega, pese a los oportunos comentarios y reclamos de varias asociaciones de derechos humanos, el periodista Ricardo Angoso llevó la desgrabación de 25 hojas a ese mismo lugar con el que había coqueteado en la
primera entrega, el de "dirigente político" de la oposición, como un preso político, víctima de "esta lacra", refiriendose al gobierno legitimamente constituido.

Lo patológico de esta cuestión, es que el reincidente periodista faccioso, redobla la apuesta y le pide definiciones políticas, acepta con su silencio afirmaciones tales como que los "desaparecidos son un invento" y debe dársele a los argentinos "una solución para resolver el famoso problema de los desaparecidos y ofrecérsela a la sociedad argentina".  Y la frutilla del postre, donde le pide que dé unas palabras al pueblo argentino.  Sinceramente, un exceso.

Esto para demostrar que hijos de puta hay en todos lados. 

No nos creamos que tipos que reivindican o dan entidad a los argumentos de los otros, siempre de los otros, sin importar si lo que está en juego es la soberanía de un país o el prestigio bien ganado de Nuestra Presidenta, son únicos en este mundo. 

Clarín, La Nación, Perfil, La voz del Interior, La Nueva Provincia y tantos otros,  no son los únicos. Pasquines hay en todo el mundo.