DEMASDEMASIADO PROGRE PARAm MACRI

“Así como la monarquía terminó con el feudalismo y la república terminó con la monarquía, la democracia popular terminará con la democracia liberal burguesa y sus distintas evoluciones democráticas de que hacen uso las plutocracias dominantes”
Juan Domingo Perón

"EL PERONISMO NO SE APRENDE NI SE PROCLAMA, SE COMPRENDE Y SE SIENTE"
EVITA


Una reflexión sobre la violencia

Eduardo de la Serna
Creo que toda sociedad se merece un buen análisis y debate sobre el complicadísimo tema de la violencia. Especialmente para evitar falsos "cliché" que aunque parezcan sensatos, no dicen nada ("la violencia siempre es mala"; "la violencia no es cristiana", etc.). Precisamente porque es un tema complicado, creo que el monopolio de la violencia debe ejercerlo el Estado, pero desde estrictísimas leyes que lo regulen, y firmes controles que aseguren su justo y equilibrado cumplimiento. Por eso, cuando el estado se excede (o avasalla) entramos en los delitos de lesa humanidad, por ejemplo.  Pero, a su vez, cuando el estado no da garantías -o se cree que no las da- se busca cierta privatización o tercerización de la violencia. Esta tiene muchas caras visibles (el robo, el crimen, el secuestro, la tortura, la guerra.), y otras muchas caras escondidas (el hambre, la injusticia, la discriminación, el silencio -como suele ser el caso de la violencia familiar en todas sus dimensiones.). Como afirmaba aquel gran profeta que fue Helder Cámara, la violencia da comienzo a una espiral de violencia que si no se detiene se vuelve intolerable y cada vez más difícil de enfrentar.  Es precisamente desde una violencia controlada por el Estado, equilibrada, proporcional, serena, que puede al menos impedir el crecimiento de la espiral. Aunque también deban enfrentarse las causas de la violencia, porque caso contrario, no habría manera de evitar nuevos -y quizás más peligrosos- resurgimientos, como también repetían los queridos curas del Tercer Mundo.
Precisamente el estado debe garantizar la vida, la libertad y la paz de los ciudadanos, aun de aquellos que sean más detestables. Frases tipo "el que mata debe morir" no hacen sino crecer la espiral y aumentar la violencia. Aun los detestables tienen derechos, aunque a veces esos mismos detestables no los reconozcan en otros.
Dicho esto, creo que la tenencia de armas vuelve al tenedor potencialmente peligroso, y potencialmente alimentador de nueva violencia. Luego se podrá argumentar "emoción violenta", pero una "emoción" desencadenada a partir de elementos preexistentes.
Y también dicho esto, me pregunto. Si yo ando exhibiendo ostensiblemente un reloj de alta gama, tengo altas probabilidades de que ejerzan violencia sobre mí para robarme. Si ando exhibiendo un automóvil de altísima gama descapotable por todas las calles de San Isidro para que todo el mundo me vea ya que soy conocido de la tele y la radio, y quizás hasta me envidie, también. Por aquello de que "la ocasión hace al ladrón", despierto la codicia, y empieza la espiral, que termina con personas baleadas y muertas. Y después, llega el turno de los lamentos, y en muchos casos la sed de venganza. Y luego, cómplices dirán: "uno menos", cuando mueran delincuentes, a los que una sociedad sensata desearía en prisión y en proceso de rehabilitación.
Pero si se desarticulan -incluso desde el estado provincial- los buenos procesos de reforma de la policía bonaerense, se alienta la represión -entendida en este caso como violencia desatada y descontrolada, como es el caso de La Cárcova-, y desde algunos Medios se alienta la violencia privatizada o personal (generalmente contra los pobres, por otra parte), la espiral sigue creciendo, se combaten algunos emergentes débiles, mientras las causas siguen descansando en barrios privados esperando nuevas víctimas.

Gracias Ricardo

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