El escritor que podría ser

Dicen que quien le escribió el panegírico del primer párrafo, lo hizo sin cobrarle nada.  El solo hecho de que sus palabras fueran firmadas por tan prodigiosa pluma, alcanzaba para gratificarlo.

Se sintió sorprendido en un primer momento por lo singular del pedido, incluso por lo descarnado de la confesión: "por más que quiera no puedo escribir nada bueno de "esa", te pido por favor que me hagas la gauchada de ponderar las virtudes de la presidenta en un par de líneas".

Nada le costó a nuestro amigo, insuflado de fervor patriótico, repetir lo que siente cada vez que la ve.  Cualquiera de nosotros hubiera hecho lo mismo.  Lo que desconocía era el ruin destino de sus palabras, el cercenado de gran parte de lo escrito y el mechado que iba a sufrir su prosa en manos del escritor de mal talante y peor expresión.  "Llenaría este artículo con la pormenorizada descripción de sus cualidades y sus recursos (pero no lo voy a hacer)", dijo para darle un corte a lo escriito por nuestro desconocido voluntario.

Esto le sirvió a nuestro arrastrado reptil inmundo escriba, despacharse a sus anchas con lo que mejor hace y disfruta, cargarse a todo lo que sea popular.  Al igual que sus colegas del grupo de los 17 + Vargas Llosa y alg'un otro, intelectuales de pacotilla que les produce cierto escosor mencionar siquiera la palabra pueblo, o cualquier cosa que refiera a ello.  Es como un rictus de clase que provocaría ciertamente perder ese glamour que exhiben con tanto garbo.

En fin, es la nota más leída en el diario centenario, y más de uno asentirá con la cabeza mientras lee, y creerá estar sumando análisis a su gorilismo primitivo, pero no, es más de lo mismo y en la línea que nos tiene acostumbado Marquitos Aguinis.

El artículo al que me hago referencia lo pueden ver aqui.