La nota que reproduzco, me llegó por mail desde twitter y está ilustrada por la tapa de Noticias en el sitio http://www.letrap.com.ar.
Es tal el desagrado que me produce esa tapa, que voy a omitirla en este caso e ilustraré la nota, autorreferenciándome con la tapa de la revista que dirijo, "El compañero", ya que se ajusta más a la imagen de una Jefa de Estado, que además ejerce con el cúmulo de atribuciones que le dieron el 54% de los votos en elecciones libres y ejemplares.
Por otra parte, y salvo esa diferencia, la nota de Bimbi está buena y merece ser difundida, no así la tapa del pasquín.
La Yegua
Por Bruno Bimbi
Primero, decían que era él quien realmente mandaba. Que ella estaba de adorno, testaferro de su poder, pero el verdadero presidente era el marido. Se pasaban por alto toda su trayectoria como diputada y senadora, cuando ella era más conocida que él, gobernador de una provincia patagónica con poco protagonismo en la política nacional. Como era inconcebible que una mujer estuviera gobernando por sí misma, hablaban del gobierno “del matrimonio Kirchner” o, peor, del “matrimonio presidencial”. Otra expresión que se volvió muletilla de político o periodista opositor: “doble comando”.
Pero cuando él murió y ella ganó su reelección con más votos de los que él había tenido en vida en una elección nacional, se les terminó el argumento. Una de sus últimas apariciones fue en la revista brasileña Veja, que publicó el testimonio de un “especialista en América Latina” que dijo sobre la muerte de Kirchner que él era “el hombre fuerte” del Gobierno — para ser fuerte, claro, hay que ser hombre — y ella, “un títere del marido”. La palabra títere fue a la bajada de la nota.
Lilita Carrió se había anticipado a ese momento, cuando dijo que lo mejor que le podía pasar a Cristina era un buen divorcio o que “también podría quedar viuda, sería divino”. Divino. También había dicho, según La Nación: “Estamos en manos de un dictador con un presidente títere que es su esposa”. La frase fue título. Y agregaba: “El que debe caer es el dictador. Kirchner, no fue elegido por el pueblo, hay que voltearlo”. Voltearlo.
No hizo falta. Cuando, por primera vez, una profecía de Carrió se cumplió y la Presidenta quedó viuda — ay, qué previsibles —, empezaron a decirle “la Viuda”. Así, con mayúscula. Es impresionante la cantidad de notas y discursos de esos días, en Argentina y en el exterior, que se refieren a ella usando esa palabra de modo despectivo, aunque la V mayúscula no llegaba a los diarios, limitándose a internet. “Quizás, lo mejor que tiene la señora Kirchner es su viudez”, escribió en El País uno de sus columnistas estrella, Miguel Ángel Bastenier —aunque muy en serio no lo podemos tomar: en su columna, también decía que Néstor Kirchner había tenido dos mandatos (“de 2000 a 2008″, pero perdió las elecciones “en 2099″, recontra sic) y llamaba “Juan Carlos” al ex presidente Duhalde. “Mientras la viuda recorre zonas del jardín otrora sólo frecuentadas por su esposo, la escena peronista va cambiando de configuración”, escribió Pagni en La Nación. “No voten a la viuda de”, diría luego Carrió en campaña. Tiempo después, el diario español La Razón, en medio de la furia por la estatización de YPF, tituló: “La viuda negra y las hienas peronistas”.
Pero “la Viuda” no es el único apodo peyorativo que le han puesto a Cristina. Otra columna de El País, también post YPF, comenzaba así: “La Señora no celebra Consejos de Ministros ni concede reportajes, entrevistas ni conferencias de prensa en Argentina. Pero La Señora pronuncia dos, tres y hasta cuatro discursos a la semana”. Ahí sí, la S mayúscula llegó a la imprenta. Otro diario español, el monárquico ABC, no se quedó atrás con la Señora: “Tiene mucha facilidad para desquiciarse. Y más desde que le operaron y le quitaron la glándula tiroides. Si no estás bien medicado, sufres cambios bruscos de humor. Tiene ataques de ira. Les pega a las criadas”. A las criadas. Y sigue: “A veces da la impresión de ir empastillada. ¿Litio?”. También volvía sobre la idea del títere del marido, asegurando que Néstor “le regaló la Presidencia para que no incordiase mientras él llevaba las riendas en la sombra”. Le regaló, dicen ellos, que defienden la monarquía, sobre un país que celebra elecciones. Le atribuyeron el texto a dos periodistas argentinas, una de las cuales negó haberlo escrito.
Desde que Ella asumió la presidencia, se han publicado decenas de notas criticándole la ropa o el maquillaje, hablando de sus supuestas cirugías estéticas —la palabra “botox” fue metaforizada en distintos contextos por políticos y periodistas a lo largo de estos años, al igual que la marca de carteras Luis Vuitton— o revelando supuestos estudios psicológicos sobre de los colores de su vestido. Se habló más de su vestuario que de todas las corbatas de los presidentes de los últimos cien años. Ríos de tinta se han escrito sobre sus carteras: dónde las compra, cuánto cuestan, de qué marca son, cuántas tiene. El principal columnista político de La Nación publicó que corría el rumor de que la Presidenta había gastado una fortuna en zapatos en un viaje oficial a Nueva York y remató su columna diciendo que, teniendo en cuenta la adulteración de las estadísticas del INDEC, la historia de los zapatos “tiene algo que la vuelve verosímil: la obsesión por maquillar”. Esa frase fue título. El periodista más amarillo del país, Darío Gallo, cita en su blog una nota que fue tapa de Noticias, en la que la revista prometía revelar: “Una por una, sus cirugías y tratamientos secretos. De la lipoaspiración y las siliconas a la radiofrecuencia y los rellenos faciales. Sus cremas top”. Son apenas unos pocos ejemplos, ustedes recordarán otros.
Sin embargo, pese a tanto foco en su femineidad, desde el primer día hay muchos que a la Presidenta le dicen “la Presidente”. Nunca he visto una dificultad tan grande y extendida entre políticos y periodistas para hacer concordar el artículo con el sustantivo en un sintagma nominal tan simple — y no, no es un simple caso de variación sociolingüística, es a propósito. El fenómeno gramatical es tan curioso que hasta cierta periodista mujer, cuyo odio la consume cada día más, resalta cada vez que puede su rechazo a admitir que la Presidenta pertenece al género femenino. Y habla de sus zapatos y sus carteras, que la obsesionan políticamente.
La tildaron de “bipolar” desde la tapa de Noticias, en una insólita “investigación periodística” que incluyó la voz experta de psicólogos que la diagnosticaron a distancia sin nunca haberla atendido y a los que sólo les faltó medicarla. No: lo hicieron en otra tapa, después de la muerte del marido. Claro: locas siempre fueron ellas — locas, brujas, sin alma, histéricas y con desórdenes hormonales que afectan sus facultades mentales. En una columna sobre las actividades de la agrupación “Vatayón Militante” en las cárceles, el insufrible Reynaldo Azevedo, de la brasileña Veja, eligió como título: “Cristina Kirchner, la loca, moviliza ahora presidiarios para su tropa de choque fascistoide”. Veja es la revista de información general más leída en Brasil y Azevedo —sí, siempre escribe así— es una de sus estrellas. “La loca”, decía el título.
Loca. Bipolar. Medicada. Títere del marido. Viuda negra. ”La Monto”
Cuando Cristina eligió a Amado Boudou como candidato a vicepresidente, Noticias la mostró en tapa en un fotomontaje andando en moto con él —y él manejaba, claro—, con la frase “CFK-Boudou: secretos de la pareja del año” y el título: “Amado mío”. Más directa, la página Tribuna de Periodistas, dirigida por el fantasioso Christian Sanz, tituló: “El vínculo amoroso entre Cristina y Boudou, el secreto oficial mejor guardado”, usando la tapa de Noticias como ilustración de la nota. Desde que murió Néstor, muchos parecen estar buscándole a la Presidenta un nuevo macho que la controle, porque no puede una mujer gobernar sola. En otro artículo del diario español La Razón, el elegido para ello fue Axel Kiciloff: “A doña Bótox, la viuda negra, se le rocían las enaguas cuando lo mira. Es joven, guapo y peronista, casi montonero, íntimo amigo del niño Kirchner, que será el próximo Presidente de Argentina. Kicillof es un muchacho violento, chulo, arrabalero”, escribió en sus páginas el columnista Alfonso Ussía. Es en serio.
Hace un tiempo empezaron a decirle “la Yegua”. Es el apodo preferido de los que no la quieren en ciertos barrios porteños y en las redes sociales. En otras épocas, fue “la Perona”. Yegua, además, remite a puta, la palabra a la que tarde o temprano se llega en estos casos.
¿Hay algo que sintetice mejor el machismo que moviliza una parte importante del odio a Cristina?
Sí, hay. La tapa de Noticias de esta semana, ocupada por una ilustración —extraída de un video erótico que circula por internet— que muestra a la Presidenta de la Nación masturbándose, despeinada y en éxtasis frente a una torre de texto que luce vertical frente a su boca abierta y lleva por título: “El goce de Cristina”. Nunca fue todo tan, digamos, explícito.
A él —a cualquier él— no se lo hubieran hecho.
Pero a esa yegua…
Es tan grande el odio y la envidia que le tienen, al mismo tiempo no soportan que una mujer sea tan inteligente y con màs hormonas que muchos hombres, a estos pelafustanes que nunca se le cae una idea, no pueden soportar que un Gobierno popular sea dirigido por una mujer, que se entrometa con sus intereses y les obligue a claudicar de sus ideas facistoides, para incluir a todos, tenemos que seguir apoyando a Cristina y demostrar que somos muchos màs y que no vamos a permitir que la lleven por delante cuatro atorrantes embebidos de avaricia, en cuanto la toquen haremos tronar el escarmiento
ResponderEliminarCarlos N. Marciano
No te das una idea de la calentura que tengo. Te mando por mail el video porque es de una bajeza tan grande que ni en pedo lo promociono poniendolo acá. Aparte me da vergüenza ajena que no sean capaces de hacer respetar sus instituciones estos gorilas hijos de mil putas que seguro estarán pajeandose ellos al ver la forma vil en que bastardean a nuestra presidenta.
ResponderEliminarMUY BUENA NOTA..., ABSOLUTAMENTE NECESARIA... ya que hay que defender a la presidenta más allá del cerco de los incapaces, de los chupamedias, de los alcahuetes, de los obsecuentes, de los estúpidos que gritan fusiles y pelotas arrodillados con la boca abierta ante el nefasto sr. Gates y cia., es decir, de tanto incapaz de entender que muchas/os de los que votamos a la presi no somos somos ellos como la dialéctica de lo instituido-instituyente en la conducción política.
ResponderEliminarMUY BUENA NOTA..., ABSOLUTAMENTE NECESARIA... para seguir articulando todos los mecanismos y herramientas de defensa ante las provocaciones de los profetas del odio que siguen predicando como los mal cogidos de antaño gorilas HIJOS de PUTA.
MUY BUENA NOTA..., ABSOLUTAMENTE NECESARIA...
Busqué en la web a los "rockadictos"; me ocupé, hice los deberes que ellos no pueden, porque no saben (fuí Democrático, a pesar mío). Lo único que encontré fué sus ganas de masturbarse y jugar con cosas que no tienen repuesto...Seguramente fueron "algo" por un rato(no les daría la entidad de ser "alguien"... mucho para ellos), gracias a su onanista, machista y boluda(que los miembros argentos le traduzcan a los venezolanos) forma de ver a una Mujer que sabe adonde va, que tiene fundamento y algo más que agallas(lo que la ¿naturaleza? les negó a estos "argentovenezolinos de quinta"): UN LOGRO MÁS DE CRISTINA...Entiendase; la Presidenta Elegida por la mayoría de los Argentos (y eso es Soberanía Popular y no se tranza). Sólo un consejo para estos mediocres en su medianía: ¡Dejen el rock y sigan con sus adicciones...! Como músicos,son muy feos y como onanistas muy obvios (dignos de un cine xxx de la calle Lavalle de los 80)
ResponderEliminarAh, Fuentevieja, anotate otra pelotudez en tu carrera...El 7 de diciembre,vemos...
Me recuerda a aquello de "viva el cancer"...No sé por qué son tan fáciles y tan poco sólidos...tan faltos de argumentos...
¡Qué fácil tener una opocisión tan endeble (por no decir pedorra)...Gracias Rockadictos (Pomelo es más serio y creativo que vosotros)!
Coincido con vos Ñu, que la nota es absolutamente necesaria porque se está bastardeando la decisión soberana de un pueblo a elegir sus representantes y aparte de misóginos, onanistas, bouyeristas y soretes, son irresponsables. Y el arco opositor que se comporta haciendo eje en los derechos individuales, la diKtadura y no se que otra tontera más, hace oídos sordos ante esta provocación innecesaria y festeja, como dice Horacio, el Viva el Cancer de otros tiempos. Son realmente lamentables, previsibles y poco inteligentes.
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